Sembrar
Sembrar cordialidad por allí donde pasas supone una serie de ventajas. Una de ellas, que vas a recibir lo mismo por parte de una mayoría de tus semejantes que responden con una sonrisa a una buena palabra o un deseo. Por otro lado, si debes volver a recorrer ese camino, aquella cordialidad que sembraste en su momento, cosechará su frutos y podrás trancurrir por ella de manera cómoda. Si eliges esta vía como forma de ser, notarás sus beneficios expresados en saludos cordiales,palmaditas en la espalda, amplias sonrisas y alguna carcajada estentórea que se escapará para añadir banda sonora a la positividad.
Exite otro camino, otra manera de hacer las cosas, pero si eliges sembrar discordia y aportas celos, desconfianza o burla, tal vez tu ego crezca en un primer paso y te sientas el más grande. Pero las almas pisoteadas o denigradas se convertirán en espinas si debes retornar por ese camino. Ya lo dice el refrán; quien siembra vientos...
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