Superviviente
Superviviente
Siempre serás un superviviente. Me lo
dijo Álex hace ya algunos años, en una de nuestras escasas reuniones, que gira
habitualmente alrededor de una cena.
Debió ser en una de mis etapas de
desierto, donde me quedo sin trabajo y tengo que volver a empezar.
Y miro, y miro, y me harto de buscar una
alternativa al sector, pero no hallo el camino. Acabo en las garras del demonio
telefónico. Más de la mitad de mi vida laboral ha revoloteado siempre en torno
a ese inframundo.
Cuando le ves la peor cara a este
entorno, fétida y malparida a más no poder, te acorrala contra las cuerdas de
la resistencia anímica.
En los momentos donde el menosprecio por
la labor realizada y la agresividad recibida te hace tambalear me acuerdo del
gran Bukowski. Como nadie sabe retratar a esta sub-especie de individuos que
suele vestir disfraces de supervisor o gerente.
“… y al
final del pasillo había un supervisor, otra Roca, con aquel aspecto
en sus caras… Te miraban como si fuera
una plasta de mierda humana. Sin embargo, habían entrado allí por la misma
puerta. Habían sido antes empleados. Yo no podía entenderlo. Se habían
transformado en tornillos”
Te da la sensación que quieren heredar
la empresa, y con ese propósito gustan de intimidar, amenazar, forzar tu
voluntad en nombre de la rentabilidad.
Y uno se siente de nuevo hormiguita y
busca su miguita para pasar el invierno.
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