Amabilidad

Amabilidad Llevo algunos años en el mundo de la atención al cliente en diferentes vertientes y me doy cuenta de una realidad que afecta a la relación y el contacto habitual con clientes. De un tiempo a esta parte, las prisas, la presión y el ritmo de vida diario cada vez más acelerado han convertido una conversación entre un cliente y el representante de la empresa o un contacto entre un usuario y el portavoz de un proveedor en una actividad frenética repleta de dificultades técnicas, logísticas o de organización. Como clientes, cada vez más queremos rapidez, veracidad y eficiencia. Como representantes, cada vez se exige más velocidad, instantaneidad, y reducción de espacio de contacto para añadir número de contactos. Este choque de necesidades implica -cada vez más- una manera de interactuar que va del contacto frío al intercambio gélido de palabras entre dos personas. Por una parte, nos disgusta relacionarnos con máquinas porque son impersonales, pero por otra nos...